domingo, 7 de junio de 2020

La Santísima Trinidad.

16Jun | Hoy celebramos la Solemnidad de la Santísima Trinidad ...

"El misterio de la Trinidad, cuya solemnidad celebramos hoy, es como la aparente negación de aquello que los teólogos medievales afirmaban acerca de la simplicidad de Dios: si Dios es lo primero de todo, antes que toda la creación, antes que todo ser, antes que toda vida, antes que todo movimiento, entonces es imposible que sea “compuesto”. Entonces ¿cómo puede ser o tener tres personas? Pero la esencia de Dios no es sino su ser; aunque su ser o esencia de “ser” Padre, Hijo y Espíritu. Confesamos que Dios es uno, pero su esencia es de Padre (este concepto abarca todo lo que es un padre y una madre, aunque superados); pero también es Hijo, la esencia de ser un hijo como misterio de generación eterna; y también es por encima de cualquier cosa amor, se expresa a sí mismo, se dice a sí mismo, como amor, como Espíritu. Todo ello en Dios es esencial: no puede ser Padre solo; no puede ser Hijo solo; no puede ser Espíritu solo. La Trinidad, pues, es un diálogo eterno de relaciones de amor, porque el Hijo procede del Padre y el Espíritu del Padre y el Hijo. ¡Qué misterio tan insondable! En la solemnidad de hoy, pues, alabamos este misterio formulado en la tradición teológica con palabras y símbolos. Pero de esa manera Dios no es un misterio neutral; hablar de que es Padre, Hijo y Espíritu significa que siente como un padre y una madre; siente la experiencia de ser Hijo con lo que ello significa en relación a unos padres y se expresa como Dios amando, y no de otra manera. Esto es lo más importante de la Trinidad...". dominicos.org

ELEVACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD

¡Oh, Dios mío, Trinidad a quien adoro! Ayúdame a olvidarme enteramente de mí para establecerme en Ti, inmóvil y tranquila, como si mi alma estuviera ya en la eternidad. Que nada pueda turbar mi paz, ni hacerme salir de Ti, ¡oh mi Inmutable!, sino que cada minuto me sumerja más en la hondura de tu Misterio.
Inunda mi alma de paz; haz de ella tu cielo, la morada de tu amor y el lugar de tu reposo. Que nunca te deje allí solo, sino que te acompañe con todo mi ser, toda despierta en fe, toda adorante, entregada por entero a tu acción creadora.

¡Oh, mi Cristo amado, crucificado por amor, quisiera ser una esposa para tu Corazón; quisiera cubrirte de gloria amarte… hasta morir de amor! Pero siento mi impotencia y te pido «ser revestida de Ti mismo»; identificar mi alma con todos los movimientos de la tuya, sumergirme en Ti, ser invadida por Ti, ser sustituida por Ti, a fin de que mi vida no sea sino un destello de tu Vida. Ven a mí como Adorador, como Reparador y como Salvador.

¡Oh, Verbo eterno, Palabra de mi Dios!, quiero pasar mi vida escuchándote, quiero hacerme dócil a tus enseñanzas, para aprenderlo todo de Ti. Y luego, a través de todas las noches, de todos los vacíos, de todas las impotencias, quiero fijar siempre la mirada en Ti y morar en tu inmensa luz. ¡Oh, Astro mío querido!, fascíname para que no pueda ya salir de tu esplendor.

¡Oh, Fuego abrasador, Espíritu de Amor, «desciende sobre mí» para que en mi alma se realice como una encarnación del Verbo. Que yo sea para El una humanidad suplementaria en la que renueve todo su Misterio.

Y Tú, ¡oh Padre Eterno!, inclínate sobre esta pequeña criatura tuya, «cúbrela con tu sombra», no veas en ella sino a tu Hijo Predilecto en quien has puesto todas tus complacencias.
¡Oh, mis Tres, mi Todo, mi Bienaventuranza, Soledad infinita, Inmensidad donde me pierdo!, yo me entrego a Ti como una presa. Sumergíos en mí para que yo me sumerja en Vos, mientras espero ir a contemplar en vuestra luz el abismo de vuestras grandezas.

Santa Isabel de la Trinidad

lunes, 1 de junio de 2020

La Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia.




"... Para que un sermón sobre la Virgen me guste y me aproveche, tiene que hacerme ver su vida real, no su vida supuesta; y estoy segura de que su vida real fue extremadamente sencilla. Nos la presentan inaccesible, habría que presentarla imitable, hacer resaltar sus virtudes, decir que ella vivía de fe igual que nosotros, probarlo por el Evangelio, donde leemos. «No comprendieron lo que quería decir». Y esta otra frase, no menos misteriosa: «Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño». Esta admiración supone una cierta extrañeza, ¿no te parece, Madrecita?

Sabemos muy bien que la Santísima Virgen es la Reina del cielo y de la tierra, pero es más madre que reina; y no se debe decir que a causa de sus prerrogativas eclipsa la gloria de todos los santos como el sol al amanecer hace que desaparezcan las estrellas. ¡Dios mío, que cosa más extraña! ¡Una madre que hace desaparecer la gloria de sus hijos...!Yo pienso todo lo contrario, yo creo que ella aumentará con mucho el esplendor de los elegidos. Está bien hablar de sus privilegios, pero no hay que quedarse ahí... ¡Y quién sabe si en ese caso algún alma no llegará incluso a sentir cierto distanciamiento de una criatura tan superior y a decir: «Si eso es así, mejor irse a brillar como se pueda en un rincón».
Lo que la Santísima Virgen tiene sobre nosotros es que ella no podía pecar y que estaba exenta del pecado original. Pero por otra parte, tuvo menos suerte que nosotros, porque ella no tuvo una Santísima Virgen a quien amar, y eso es una dulzura más para nosotros y una dulzura menos para ella". Santa Teresita del Niño Jesús.

domingo, 31 de mayo de 2020

PENTECOSTÉS


"¡Oh llama del Espíritu Santo, que tan íntima y tiernamente traspasas la sustancia de mi alma y la cauterizas con tu ardor! Pues ya estás tan amigable que te muestras con gana de dárteme en vida eterna cumplida, si antes mis peticiones no llegaban a tus oídos, cuando con ansias y fatigas de amor, en que penaba la flaqueza de mi sentido y espíritu por la mucha flaqueza e impureza y poca fuerza de amor que tenían, te rogaba me desatases, porque con deseo te deseaba mi alma cuando el amor impaciente no me dejaba conformar tanto con esta condición de vida que tú querías que viviese, y los pasados ímpetus de amor no eran bastantes delante de ti, porque no eran de tanta sustancia; ahora que estoy tan fortalecida en amor, que no sólo no desfallece mi sentido y espíritu a ti, mas antes, fortalecidos de ti, mi corazón y mi carne se gozan en Dios vivo , con grande conformidad de las partes, donde lo que tú quieres que pida, pido, y lo que no quieres, no lo quiero, ni aun puedo, ni pasa por pensamiento pedir: y, pues son ya delante de tus ojos más válidas y razonables mis peticiones, pues salen de ti y tú las quieres, y con sabor y gozo en el Espíritu Santo te lo pido, saliendo ya mi juicio de tu rostro, que es cuando los ruegos precias y oyes, rompe la tela delgada de esta vida, y no la dejes llegar a que la edad y años naturalmente la corten, para que te pueda amar desde luego con la plenitud y hartura que desea mi alma, sin término ni fin". San Juan de la Cruz.


viernes, 1 de mayo de 2020

1° de mayo, san José Obrero.

1º de mayor. San José obrero. Ofrezco mi traducción de la ...

"José, tu vida transcurrió en la sombra, humilde y escondida,
¡pero fue tu privilegio contemplar muy de cerca 
la belleza de Jesús y de María!
José, tierno Padre, protege al Carmelo;
que en la tierra tus hijos gocen ya la paz del cielo.

Más de una vez, el que es Hijo de Dios 
y entonces era niño, sometido en todo a tu obediencia,
¡descansó con placer sobre el dulce refugio 
de tu pecho amante!
José, tierno Padre, protege al Carmelo;
que en la tierra tus hijos gocen ya la paz del cielo.

Y, como tú, nosotras servimos a María y a Jesús 
en la tranquila soledad del monasterio.
Nuestro mayor cuidado es contentarles, no deseamos más.
José, tierno Padre, protege al Carmelo;
que en la tierra tus hijos gocen ya la paz del cielo.

A ti nuestra santa Madre Teresa 
acudía amorosa y confiada en la necesidad,
y asegura que nunca dejaste de escuchar su plegaria.
José, tierno Padre, protege al Carmelo;
que en la tierra tus hijos gocen ya la paz del cielo.

Tenemos la esperanza de que un día,
cuando haya terminado la prueba de esta vida,
iremos a verte, Padre, al lado de María.
José, tierno Padre, protege al Carmelo
y, tras el destierro de esta vida, ¡reúnenos en el cielo!".

Santa Teresita del Niño Jesús.

viernes, 24 de abril de 2020

Sobre el descenso de Cristo a los infiernos.

Qué significa Jesús descendió a los infiernos? - Católicos Firmes ...

"Vamos a tratar de una de las afirmaciones del Credo menos entendidas y peor interpretadas, esencial para comprender las celebraciones de la Pascua: el descenso de Cristo a los infiernos. No basta con mantener los enunciados antiguos; hay que entenderlos, interpretarlos, traducirlos. Intentemos explicarlo.
Los judíos consideraban que los muertos descendían a un lugar donde pervivían, rehenes de Satanás, en espera del juicio. A este lugar lo llamaban Sheol (en hebreo), Hades (en griego), Infernus (en latín).
Por eso, cuando los primeros cristianos dicen que Jesús «descendió a los infiernos», quieren decir que murió de verdad, como cualquier ser humano.
Afirmar la muerte de Jesús era una defensa de la autenticidad de la encarnación (para los herejes, ambas eran aparentes) y de la redención. El Hijo de Dios se hizo hombre con todas las consecuencias, participando también del sufrimiento y de la muerte, como todos los seres humanos.
La Iglesia cree que Jesús verdaderamente se hunde en el mundo de los muertos, del desamparo, «desciende a los infiernos», tal y como reza el llamado «Credo de los apóstoles». Vive la experiencia de la muerte en su totalidad.
Además, los Padres de la Iglesia dicen que Cristo descendió al lugar de los muertos para anunciar la salvación también a todos los que habían muerto antes de su venida a la tierra, para abrirles las puertas de la salvación.
Así lo explica una homilía del s. II que se lee hasta el presente en el oficio de lecturas del Sábado Santo: «El Dios hecho hombre ha despertado a los que dormían desde hace siglos, ha puesto en movimiento a la región de los muertos. En primer lugar, va a buscar a nuestro primer padre, como a la oveja perdida. Quiere visitar a los que yacen sumergidos en las tinieblas y en las sombras de la muerte; va a liberar de los dolores de la muerte a Adán, que está cautivo, y a Eva, que está cautiva con él. El Señor hace su entrada donde están ellos y ordena a todos los que estaban en cadenas: “Salid”, a los que estaban en tinieblas: “Sed iluminados”, y a los que estaban adormilados: “Levantaos”»". P. Eduardo Sanz de Miguel, ocd.

domingo, 12 de abril de 2020

¡Resucitó, Aleluya!

Raúl Berzosa on Twitter: "Nueva Obra: "Cristo resucitado". Óleo ...

"Ofrezcan los cristianos

                                     ofrendas de alabanza 
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.

Lucharon vida y muerte
en singular batalla
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.

¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?
A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,

los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!

Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.

Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.

Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa". 
Amén. Aleluya.

sábado, 11 de abril de 2020

Sábado Santo.


La Virgen María - María acompaña a Cristo

"Hoy la Iglesia, unida a María, contempla en silencio el misterio del amor y de la esperanza. 


Después de la muerte y sepultura de Jesús, los discípulos huyeron, se dispersaron ante el fracaso evidente: su esperanza yace en un sepulcro y la nuestra se mantiene en una mujer, María, la madre de los creyentes. 


Ella es la única referencia de la Iglesia en el momento en que su Camino está roto, su Verdad despreciada y su Vida sepultada. 

Después de Jesús, ella es la que más conoce al Padre, la que más de cerca ha visto su rostro. Por eso a ella nos dirigimos, en ella buscamos la compañía para esperar. Ella no ve, ella no sabe, ella no entiende, pero ella, como antes Abrahán, cree y espera. 

Aquí podemos entender por qué, como Iglesia, recordamos todos los sábados del año a María: porque ella es el referente orante, el punto de apoyo de los creyentes que ya no ven ni esperanza ni camino. 

Jesús la ha hecho, desde la cruz, madre de la comunidad (Jn 19,25-27), madre de los discípulos y ella empieza inmediatamente a darles a luz, a convertirles en creyentes, precisamente cuando todo invita a la incredulidad. 

Su fidelidad, su sí sostenido hasta más allá de la tumba son el primer tesoro que ha de guardar la Iglesia: «desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa» (Jn 19,27), la acogió -dice el texto- entre sus cosas, como cosa suya". P. Eduardo Sanz de Miguel, ocd.


viernes, 10 de abril de 2020

Viernes Santo


5 frases y pensamientos para Viernes Santo | La Oración

"En esta tarde, Cristo del Calvario,

vine a rogarte por mi carne enferma;
pero, al verte, mis ojos van y vienen
de mi cuerpo a tu cuerpo con vergüenza.


¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas?

¿Cómo explicarte a ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y solo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón?

Ahora ya no me acuerdo de nada,
huyeron de mí todas mis dolencias.
El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.

Y solo pido no pedirte nada.
Estar aquí junto a tu imagen muerta
e ir aprendiendo que el dolor es solo
la llave santa de tu santa puerta".

Gabriela Mistral







jueves, 9 de abril de 2020

Jueves Santo

Este Jueves Santo se celebra "La Última Cena del Señor"

"Pidamos al Padre Eterno merecer recibir el Pan Celestial,
ya que los ojos del cuerpo no lo pueden mirar,
se descubre a los ojos del alma".
Santa Teresa de Jesús
Camino 32,5.




Lavatorio a los pies del Papa Francisco a 12 presos, en la Misa de ...
 "Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido". Jn 13,3-5.

martes, 7 de abril de 2020

Meditación para Semana Santa.


Cuándo es Semana Santa? Las fechas de Semana Santa 2020

"No estaban preparados. Nadie estaba preparado para la manifestación de Jesús, el Nazareno. Pilló a todos desprevenidos. A sus discípulos, que no entendieron los acontecimientos que se avecinaban; a las autoridades judías, que le acusaron de blasfemo y de falso profeta; a Pilato y a los romanos, que lo condenaron sin tener claro por qué; a los soldados, que lo torturaron sin motivo; a los que lloraron su muerte como una desgracia y a quienes la celebraron como un descanso... 


Nadie entendió nada. Se mofaron de él, le escupieron, le azotaron, le acusaron de traición, de blasfemia, de autodenominarse Dios, de revolucionario… Pero nadie entendió lo que estaba pasando.


Tuvo que soportar una horrible pasión para mostrarnos el camino de la vida. Tuvo que soportar la cruz, para que ella se convirtiera en nuestra fuerza. Tuvo que morir para que un soldado romano dijera: "Realmente este hombre era Hijo de Dios". Tuvo que resucitar para mostrarnos cuál es nuestro destino. 

Lástima que entonces nadie estuviera preparado para su manifestación, que nadie adivinara quién era ni para qué había venido.

A nosotros nos dejó para siempre su ejemplo y el don de sí mismo: "Si yo , que soy vuestro Señor y maestro, os he lavado los pies, hacedlo también vosotros... Esta es mi sangre, que se derrama para el perdón de vuestros pecados, haced esto en memoria mía".

Señor Jesús, abre nuestros ojos para que descubramos tu presencia junto a nosotros, abre nuestras mentes para que comprendamos tu mensaje, transforma nuestros corazones para que se parezcan al tuyo. Amén". P. Eduardo Sanz de Miguel, ocd.