Beata María de la Encarnación
"Humildad: he aquí la vía más corta y segura para ir hasta Dios".
Buen
modelo para casados y religiosos es nuestra Beata.
En sus treinta años de vida matrimonial sólo pretendió corresponder a
la gracia del Señor por el perfecto cumplimiento de sus deberes,
probando así cómo los cónyuges pueden alcanzar la santidad en su estado.
Demostró su adhesión a la Santa Sede cuando la herejía protestante se
extendía por Francia y se prodigó moral y materialmente durante el
asedio de París, ardiendo de celo por la salvación de las almas y
manifestándose favorecida por Dios con gracias místicas extraordinarias.
Su sobrino, el Cardenal de Berulle, la veneraba como madre y san
Francisco de Sales fue su director espiritual y seguro consejero.
Sobresalió siempre por su vida de oración y por su celo en la propagación de la fe.
Como religiosa, edificó constantemente por su plena sumisión, su espíritu de pobreza y su caridad con los enfermos.
Favorecida por Dios con dones excepcionales, prefirió la sencillez en la práctica de las más sólidas virtudes comunes.
Su mensaje:
- Que las familias cristianas sean escuela de santidad.
- Que seamos celosos apóstoles de nuestro mundo.
- Que sepamos descubrir el valor insustituible de la oración.
- Que nunca nos cansemos de hacer el bien a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario