Mensaje de los Obispos de Venezuela en ocasión de la Beatificación de Madre Carmen Rendiles.
BEATIFICACION DE MADRE CARMEN RENDILES
A los venerables sacerdotes y diáconos, a los miembros de Institutos de Vida Consagrada, y a todos los fieles católicos de Venezuela
1. Queridos hermanos: el próximo 16 de junio, una insigne venezolana, la Madre Carmen Rendiles Martínez, será elevada a los altares como “beata” de la Iglesia. Ella será así presentada a los fieles católicos como ejemplo de santidad, de virtudes y perfección humana y cristiana. Esta beatificación será presidida en Caracas por el Emmo. Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, quien estará acompañado por todos los obispos de Venezuela y una gran cantidad de sacerdotes, diáconos, miembros de institutos de vida consagrada y fieles laicos.
2. El 21 de diciembre de 2017 el Papa Francisco, al reconocer la autenticidad de un milagro realizado por intercesión de la Madre Carmen, afirmó que ella goza ya de la felicidad eterna, y ordenó la beatificación de nuestra compatriota que desde joven consagró su vida al Señor y a servir a la iglesia y a Venezuela en la vida religiosa, distinguiéndose como fundadora de la Congregación de las Siervas de Jesús.
3. El milagro aprobado por el Santo Padre ocurrió en Caracas, el día 18 de julio de 2003 y consistió en la curación instantánea de una grave lesión en el brazo derecho de una médico venezolana que había pedido al Señor su curación por la intercesión de la Madre Carmen. Sin necesidad de intervención quirúrgica, esta persona recuperó la salud total de su brazo. Fue un hecho histórico y comprobado, una curación instantánea sin necesidad de intervención médica.
4. Nacida el día 11 de agosto de 1903, la joven Carmen Rendiles Martínez sintió una vocación especial a consagrar su existencia a Dios en la vida religiosa. Para ello, en 1927 ingresó en la Congregación francesa de las “Siervas de Jesús en el Santísimo Sacramento” recién establecida entonces en Caracas. Allí creció en su vida cristiana, especialmente en su sólido amor y devoción a Jesucristo presente en el Santísimo Sacramento del Altar, así como en el resto de las virtudes. Además se distinguió por su clara inteligencia, su inmensa bondad y su sabia prudencia, por lo cual en el Instituto le fue encomendando oficios importantes a lo largo de los años. Ahora bien: en los años 50 se inició un proceso de refundación de la Congregación en Venezuela, guiado por la Madre Carmen, con la asesoría y el apoyo del Cardenal José Humberto Quintero, entonces Arzobispo de Caracas. Su anhelo de mantener el espíritu inicial de la Congregación se hizo realidad y, a fines de 1965, la Santa Sede aprobó la nueva fundación venezolana con el nombre de “Siervas de Jesús”.
5. Nombrada Superiora General, se dedicó entonces a fomentar un intenso espíritu religioso entre sus hermanas, de manera particular el amor a la Santa Misa y a Cristo en el Santísimo Sacramento del Altar, así como la devoción a la Santísima Virgen María, la estima del sacerdocio católico, y la atención y educación religiosa de la niñez y juventud. Gracias a ella la Congregación siguió creciendo y se consolidó en Venezuela y Colombia. Luego de una vida consagrada a Dios y al servicio de la humanidad, Madre Carmen murió en olor de santidad el 9 de mayo de 1977.
6. Queridos hermanos: La vida ejemplar de la nueva beata, con su entrega generosa a Dios por la salvación del mundo, nos alienta y nos hace ver que, aun en las circunstancias de penuria y angustia que vive el pueblo venezolano, podemos ser buenos, y tener la seguridad de que Dios nos ama. Ella, que superó la carencia del brazo izquierdo, nos indica que, aun con limitaciones, podemos llegar a grandes realizaciones humanas, y especialmente, a la santidad. . Su ejemplo es, hoy más que nunca, un reclamo a todos los venezolanos a acercarnos a Dios, a hacer siempre el bien, y a vivir en la solidaridad y en la fraternidad.
7. Esta beatificación nos recuerda que todos los cristianos podemos y debemos ser santos, siguiendo el llamado de Jesús: “sean perfectos como su Padre celestial es perfecto” (Mt 5,48). En efecto: en su reciente Exhortación Apostólica Gaudete et Exsultate, el Papa Francisco nos recuerda el mandato divino: «Sean santos, porque yo soy santo» (Lv 11,45; cf. 1 P 1,16). El Concilio Vaticano II lo destacó con fuerza: «Todos los fieles, cristianos, de cualquier condición y estado, fortalecidos con tantos y tan poderosos medios de salvación, son llamados por el Señor, cada uno por su camino, a la perfección de aquella santidad con la que es perfecto el mismo Padre»[10].
CONCLUSIÓN
Amadísimos hermanos:
8. Los invitamos a festejar con alegría la beatificación de la Madre Carmen Rendiles, ya participar en las actividades que se celebrarán en las próximas semanas. Invitamos a los que puedan, a hacerse presentes en la ceremonia solemne y festiva que tendrá lugar en el Estadio de Béisbol de la UCV, el sábado 16 de junio a las10 a.m.
9. Exhortamos a las parroquias, a las escuelas católicas, a las comunidades eclesiales, a organizar actividades en torno a la beatificación de Madre Carmen. Especialmente exhortamos a los sacerdotes y a los miembros de los Institutos de vida consagrada a realizar actividades que muestren la belleza y la utilidad para Venezuela de la vocación sacerdotal a la vida consagrada. En efecto, la beatificación de la Madre Carmen proclama la grandeza de la vida entregada a Dios, y enaltece y fortalece la ofrenda generosa que los sacerdotes, diáconos y miembros de Institutos de vida consagrada hacen todos los días para gloria de Dios y bien del pueblo cristiano, más aún, de toda la humanidad
10. Damos gracias a Dios por este regalo a nuestra Iglesia. Esta beatificación se añade a la de nuestras compatriotas María de San José y Candelaria de San José. Recordamos a los venezolanos cuyas causas de beatificación se encuentran actualmente en proceso: entre ellos recordamos de manera especial al Venerable Dr. José Gregorio Hernández, la Madre Emilia de San José, fundadora de las Hermanitas de los pobres; la Madre Marcelina, fundadora de las Hermanas de los Pobres de San Pedro Claver; la Hna. María Bogotá Baquero, la Madre Ysabel Lagrange, fundadora de las Hnas. Franciscanas del Sagrado Corazón de Jesús, la Madre Georgina, fundadora de las Dominicas Venezolanas, Sor Inés, Madre Lucía de la Santa Faz; los Obispos Sixto Sosa, Arturo Celestino Álvarez, Eduardo Boza Masvidal, Tomás San Miguel, Miguel Antonio Salas y Salvador Montes de Oca; sacerdotes como el P. Zapico, y Mons. Rafael Tinoco y seglares como los esposos Calvani, María Geralda de Piñero, Lucio León, Martín Martínez y Amanda Ruiz
11. Reafirmemos nuestra fe y nuestra alegría de ser hijos de Dios, y miembros de nuestra Santa Iglesia Católica llamados a la santidad. Para ello invoquemos la amorosa protección de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela y pidámosle además que podamos alcanzar el progreso de nuestra querida Patria sin violencia y por caminos de justicia y de paz. AMÉN.
Con nuestra afectuosa bendición episcopal,
Caracas, 26 de abril de 2018.
LOS ARZOBISPOS Y OBISPOS DE VENEZUELA
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