"... Lucas 3 sitúa en un marco histórico a Juan el bautista, (Lucas 3,1-3) quien impulsado por Dios recorrió el río Jordán anunciando y practicando un bautismo de conversión para preparar un pueblo dispuesto a recibir al Mesías. Ante las preguntas populares, él aclara dos cosas:
1) Viene uno que es más importante
2) Mi bautizo es solo de agua, Él los bautizará con Espíritu Santo y fuego. (Lucas 3,15-16). Junto al pueblo, Jesús se hace bautizar por Juan y mientras oraba, el Espíritu Santo bajó sobre Él y una voz le dijo: «Tú eres mi Hijo, el predilecto, en ti me complazco». (Lucas 3, 21-22)
COMENTARIO:
Con su bautismo, previo retiro en el desierto, Jesús comienza su ministerio público: Instaurar el Reino de Dios Padre y enseñar a sus hijos a vivir como hermanos. Dios es Padre de todos pero no todos viven como sus hijos. Para ser y sentirnos plenamente hijos de un padre humano, hacen falta 4 cosas: Conocerlo, amarlo, aceptarlo y vivir como hijo de él. Lo mismo pasa con Dios. Al Padre lo conocemos por Jesús, lo amamos y aceptamos gracias a él. Él es el modelo de Hijo: "En ti me complazco". "El que dice que permanece en él, debe portarse como él se portó" 1 Juan 2,6 Nuestro bautismo es el comienzo de ese camino. En él recibimos al Espíritu Santo, somos adoptados por el Padre, nos hacemos hermanos de Jesús, formamos parte de su familia y llegamos a ser herederos de sus bendiciones. Gálatas 4,4-7
PREGUNTA COMÚN
¿Por qué si Juan bautizó a Jesús adulto en la iglesia nos bautizamos de niños?. Porque nosotros no administramos el bautismo de Juan sino el de Jesús que es una bendición y que dijo: "Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan" Marcos 10,14. Según Hechos 16,30-33 por la fe de los padres se puede bautizar a la familia y según Colosenses 2,11-12 el bautismo de los que somos cristianos equivale a la circuncisión judía, que se aplicaba a los niños a los 8 días de nacidos...". P. Chulalo.
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