domingo, 8 de julio de 2018

TE BASTA MI GRACIA

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"... Muchísimas veces nos pasan cosas que no quisiéramos que nos pasaran. Así es la vida, decía mi padre. En las lecturas de este domingo nos encontramos con un profeta a quien no escucharon (Ezequiel 2,2-5), un Jesucristo mal recibido en su propia tierra (Marcos 6,1-6) y un San Pablo que, viniendo de pasar muchas pruebas, compensadas con experiencias espirituales profundas, se encuentra con una situación que lo perturba de tal manera, que le pide a Dios por tres veces que se la quite. II Corintios 12,6-10: "Si quisiera gloriarme de algo, no mentiría; pero no lo hago, para que nadie se forme de mí una idea superior a lo que ve o me oye decir. Y, para que la grandeza de las revelaciones no me envanezca, tengo una espina clavada en mi carne, un ángel de Satanás que me hiere. Tres veces pedí al Señor que me librara, pero él me respondió: «Te basta mi gracia, mi poder triunfa en tu debilidad». Más bien, me gloriaré de todo corazón en mi debilidad, para que resida en mí el poder de Cristo. Por eso, me complazco en mis tribulaciones...; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte". No nos corresponde discutir a qué se refería en el texto. Una prueba sumamente incómoda. Me inclino a pensar en una persona perturbadora cercana, por la traducción "un ángel de satanás". Lo cierto es que Dios no le quita el problema, sino que le pide que lo enfrente con Su fortaleza (todo lo puedo en Cristo que me fortalece Filipenses 4,13), cuando con sus propias fuerzas no puede más. Él es el amigo fuerte que te defiende del bullying. Los fracasos son parte de la vida. Dios no te prometió días sin dolor, risas sin tristezas, sol sin lluvia. Pero Él sí prometió fuerzas para cada día, consuelo para las lágrimas y luz para el camino. Cuando te sientas abatido por una situación para la cual no encuentras salida, recuerda estas palabras: "Te basta mi gracia, mi fuerza se manifestará en tu debilidad". Su fuerza te convierte en "todoterreno"". P. Chulalo.



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