martes, 16 de julio de 2019

Nuestra Señora del Carmen.

"La Virgen del Carmen tiene un altar en cada corazón. Su distintivo es el escapulario, que es un vestido. El vestido del amor. Algo que se coloca sobre pecho y espalda, signo de amistad. Ella me ama y yo la amo. Nos amamos.
Tratándose de la Virgen del Carmen, escapulario, vestido, amor y amistad son la misma cosa de distinto modo. Va de lo más sensorial a lo más espiritual: el amor que nos tenemos. Ella y yo. Somos amigos. La felicidad.
El hombre es una criatura, cuya desnudez reclama un vestido. Y el vestido de los vestidos es el amor. Por eso escapulario, amor, amistad y María son la misma cosa, el vestido perfecto de la desnudez humana.
Un vidente vio a esta Mujer «vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza» (Ap. 12,1). Cuando me hablan de una mujer a quien el sol, la luna y las estrellas le rinden acatamiento, mi fantasía siente la urgencia de desplegar sus alas por el espacio infinito de la divinidad.
Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz asistieron a espectáculo tan prodigioso como el del vidente del Apocalipsis. Hablaron de él con un regocijo que no les cabía en el cuerpo ni en el alma, compitiendo con el vidente del Apocalipsis.
Teresa se regala viendo “la gran magnificencia y misericordia” divina. Cadenciosas, sus palabras parecen una serenata. “Por ruines e imperfectas que fuesen mis obras, este Señor mío las iba mejorando y perfeccionando y dando valor, y los males y pecados luego los escondía”. El lector termina embelesado, casi entreviendo el paraíso.
A la vez los versos de Juan resultan arrobadores: “El aspirar del aire, / el canto de la dulce filomena, / el soto y su donaire / en la noche serena / con llama que consume y no da pena”.
Para el poeta místico, “así como el canto de filomena, que es el ruiseñor, se oye en la primavera”, así el alma “siente nueva primavera en libertad y anchura y alegría de espíritu”.
Hablar de la Virgen del Carmen es referirse a la ternura de Dios, presente en cada corazón. La dulzura divina vuela por todas partes ansiosa de encontrar corazones donde aterrizar.
Escapulario, vestido del amor. Me amas: eres mi amante, soy tu amado. Te amo: soy tu amante, eres mi amada. Y amor correspondido es amistad. Amigos. Por toda la eternidad. Eso es la Virgen del Carmen". Hernando Uribe C., OCD

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