El Sínodo debatirá “abiertamente y sin prejuicios” sobre aborto, preservativos y homosexualidad
(Jesús Bastante).- Un baño de realidad. Esto es lo que se desprende del 'Instrumentum Laboris' del
próximo Sínodo de los Jóvenes, que ha sido presentado este mediodía y
en el que el Vaticano admite que "muchos jóvenes católicos no siguen las indicaciones de la moral sexual de la Iglesia".
Y es que los chicos y chicas católicos no están conformes, en su mayoría, con las enseñanzas de la Iglesia sobre "temas controvertidos", como los anticonceptivos, la homosexualidad, el aborto, el matrimonio o la cuestión de género, temas sobre los que "los jóvenes ya discuten libremente y sin tabúes".
A lo largo de 67 páginas y 214 puntos, el texto, presentado por el cardenal Baldisseri, acepta que hay que debatir "abiertamente y sin prejuicios"
sobre estos y otros temas, que van desde el desempleo a las nuevas
tecnologías, pasando por los desafíos de las migraciones, el trabajo
precario, las nuevas esclavitudes, las drogas e, incluso, el papel de la
mujer.
La corrupción o la pederastia son otros de los puntos que los
jóvenes consideran relevantes. Así, se admite, hay bastantes jóvenes
para quienes la Iglesia supone una presencia "molesta e irritante".
Frente a los escándalos, reclaman a la institución que "fortalezca su política de tolerancia cero contra el abuso sexual dentro de sus instituciones".
Y, además, que sepa comunicar su mensaje, "justificando sus posiciones
doctrinales y éticas frente a la sociedad contemporánea".
Los jóvenes, además, quieren "que la Iglesia sea una institución que
brille por su ejemplo, competencia, corresponsabilidad y solidez
cultural" y que "compartan su situación de vida" y "no solo sean sermones".
Sobre todo, se añade, se pide a la "jerarquía eclesiástica" que la Iglesia sea "transparente, acogedora, honesta, atractiva, comunicativa, accesible, alegre e interactiva".
La intención del documento, que servirá de base a los debates del
Sínodo (entre el 3 y el 24 de octubre), es "dar voz" a los jóvenes, ya
que la discusión sinodal está reservada a los obispos. En este sentido,
el documento vaticano se compromete "a abrir y no a cerrar, a plantear preguntas y suscitar interrogantes sin sugerir respuestas preestablecidas". A que los jóvenes sientan que se les concede el "protagonismo real" que merece. Que la Iglesia les trata en serio.
"Los jóvenes desean una Iglesia auténtica, una comunidad
transparente, acogedora, honesta, atractiva, comunicativa, accesible,
alegre e interactiva", añade el 'Instrumentum Laboris', que se divide en
tres partes: Reconocer, Interpretar y Elegir. Una vertiente del
"Ver, Juzgar y Actuar", con una variante: en esta ocasión no se buscan
soluciones finalistas, sino "pasos concretos", ante una realidad que, en
ocasiones, aleja a los jóvenes de la Iglesia.
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