¿Por qué san Juan se celebra el 24 de junio?
"En el hemisferio norte, la noche de san Juan Bautista es la más corta del año y el día siguiente es el más largo. A partir de esa fecha, los días comienzan lentamente a acortar el tiempo de luz, hasta que se llega a la noche de Navidad (24 de diciembre), que es la más larga. A partir del 25 de diciembre, los días comienzan lentamente a alargar el tiempo de luz solar.
¿Por qué se celebra el 24 de junio el nacimiento de san Juan y el 25 de diciembre el nacimiento de Jesús? Por un motivo simbólico con raíces bíblicas que les voy a explicar.
Según una tradición judía, recogida por san Agustín y otros autores, Dios creó a Adán el 25 de marzo (para los judíos era el inicio de la primavera y el inicio del año hebreo, que coincidía con la Pascua según Éx 12,2).
En la misma fecha habrían tenido lugar los principales acontecimientos de la historia de Israel, por lo que también en esa fecha se esperaba la manifestación del Mesías, como se puede ver en el tratado hebreo de Rosh Hashanah: «El mundo fue creado en el mes de Nisán y en Pascua nacieron los patriarcas, al inicio del año Sara, Raquel y Ana recibieron la visita de mensajeros celestes, José salió de la prisión, cesó la esclavitud de nuestros padres en Egipto; y en el mes de Nisán llegará la redención futura».
Hoy estos razonamientos pueden resultar extraños, pero para la tradición judía son muy importantes, porque manifiestan la unidad de toda la historia de la salvación, en la que la creación, la alianza y la redención final son distintas etapas del eterno proyecto de Dios.
De hecho, hasta el presente, los israelitas celebran cuatro noches en la Pascua: la de la creación, la de la alianza con Abrahán, la de la salida de Egipto y la de la futura venida del Mesías. Por este motivo, desde antiguo, los Padres de la Iglesia pusieron en relación la creación del mundo, la concepción de Cristo y su muerte redentora.
Si Jesús fue concebido el 25 de marzo, que coincide con el equinoccio de primavera (es decir, que ese día tiene las mismas horas de luz solar que de oscuridad), nació a los nueve meses, el día del solsticio de invierno (la noche más larga y el día más corto, como hemos dicho).
Por su parte, como Juan Bautista nació seis meses antes (cf. Lc 1,26), por lo que fue concebido en el equinoccio de otoño (el otro día del año que tiene las mismas horas de luz solar que de oscuridad) y nacido en el solsticio de verano (el día más largo y la noche más corta, como ya hemos dicho).
De esta manera queda subrayado que Cristo es la luz del mundo. San Agustín, comentando la frase del Bautista «Es necesario que Él crezca y que yo disminuya» (Jn 3,30), hace notar el significado místico del texto, que se cumple al nacer san Juan en el momento en que los días disminuyen y al nacer Jesús cuando los días comienzan a alargar, dando a entender que la misión del Bautista habría de terminar cuando comenzara la del Señor. De esta manera, los Padres interpretaban que Cristo da sentido a toda la Creación (cf. Col 2,10).
Posiblemente estas no sean explicaciones históricas fiables sobre la fecha del nacimiento de Cristo, pero tuvieron gran importancia en la elección del 24 de junio para celebrar el nacimiento de san Juan y del 25 de diciembre para celebrar la Navidad.
Quienes quieran una explicación más científica de lo que son los equinoccios y los solsticios, con dibujos y una tabla para saber el día y la hora exactos en que suceden estos fenómenos astronómicos en nuestros días, puede hacer click aquí. Yo solo he pretendido ofrecer una explicación histórica y espiritual del sentido de la fiesta de san Juan". P. Eduardo Sanz de de Miguel, ocd.
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